martes, 5 de julio de 2011

La calma

En el masaje sensual, es imprescindible mantener una actitud de amorosa calma, sin prisas, sin apuros, dejando las preocupaciones a un lado, nuestro excesivo pragmatismo; debemos dejar la mente en blanco.

La persona que aplique el masaje, por su parte, deberá alejar de su mente cualquier tentación a recibir placer sensitivo, concentrándose únicamente en proporcionarselo a la persona que recibe el masaje.

Pese a ser una misión dificil, la persona que recibe el masaje sensitivo debe apartar de su mente toda intencionalidad de finalidad sexual, debe concentrarse en sentir en el momento, sin pretender nada más; debe huir de la búsqueda de objetivos, abandonándose a las sensaciones inmediatas.

El masaje debe ir de detrás a adelante y debe ser lento, muy lento. De este modo las sensaciones lograrán ir aumentando como si de una pila de sensaciones se tratara, retroalimentando la hipersensibilidad del receptor.

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